Steve Jobs mantuvo un férreo control de Apple
tras resucitar al moribundo grupo informático y conducirlo a la cima, dejando
que pocos se interpusieran en el camino de su incesante búsqueda de la
perfección.
La conmoción por su muerte el miércoles a los
56 años tras una batalla con el cáncer sigue resonando en todo el mundo.
Pero mientras Jobs es alabado como un genio que
cambió la vida y la cultura moderna con creaciones como el iPhone y el iPad,
también es recordado por ser el más duro de los empresarios, con una
personalidad que también incluía un lado oscuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario